El maquillaje es un arte. Técnicas y la experiencia personal hacen que este arte se adapte a gustos y modas, embelleciendo el rostro  y mejorando y destacando nuestras facciones.

Adaptar este arte a la psicología de mi cliente, a su día especial, a su vestido, y sacar lo mejor de ella es todo un premio profesional.

Es un arte que nos permite sacar el mayor provecho de las facciones, cambiar la tonalidad, brillo o color de la piel, disimular imperfecciones o destacar determinados rasgos. En definitiva, adaptar el aspecto del rostro a las circunstancias para poder seducir, ser naturales o elevar nuestra autoestima.

Dependiendo de la ocasión, puede ser un maquillaje social o podemos hacerlo más de noche, o quizá haya un día en que quiero ser la mujer más natural del mundo pero con una piel impecable. Siempre puedo ser alguien único y diferente. Y, por supuesto, el maquillaje más especial de una mujer en el día de su boda: el maquillaje de novia.

También pienso que es importante optimizar el tiempo y saber maquillarte a ti misma. Con los cursos de auto-maquillaje te enseño técnicas para armonizar tu rostro de una forma sencilla y natural: cómo ponerte los productos, utilizar los pinceles, destacar tus ojos y cómo tener una piel más bonita con el maquillaje. Para mí, lo importante en este curso es que sea concreto y que cuando os quedéis solas podáis ejecutar un maquillaje sencillo con un acabado profesional para que os veáis radiantes.